Tratamientos y recuperación biológica con ozono

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Característica química del ozono

El poder de oxidación del ozono es muy alto, convirtiéndose en flúor en la naturaleza. Las funciones como la desinfección, desodorización, aumento del frescor y desgaste se demuestran al oxidar sustancias orgánicas e inorgánicas. Es más, también es eficaz para esterilizar bacilos flotantes presentes en el aire interior, ya que la densidad es más pesada que el aire (la densidad es 1.6 veces la del aire).

Eficacia en desinfección y desodorización

La bacteria y los ingredientes con mal olor se descomponen instantáneamente por el potente poder de la oxidación. Los bacilos venenosos de los alimentos se destruyen en la membrana celular gracias a la acción oxidante del ozono, desinfectando con eficacia.

  • Poder de desinfección en el aire dos veces más que la del cloro

  • Poder de desinfección en el agua tres veces más que la del cloro

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Desodorización con ozono

Las principales fuentes de mal olor son las siguientes:

  • El olor que el alimento él mismo produce (olor de encimas de la descomposición)

  • La descomposición de las sustancias del olor (aminoácido, amoniaco, sulfatos) generadas durante el proceso en el que los microbios adheridos hidrolizan las proteínas

Las fuentes del mal olor están diseminadas por el aire y también adheridas a las paredes, techos y suelos, ya que el mal olor, así como el olor de descomposición de los alimentos, está formado por partículas. Éstas se acumulan durante mucho tiempo produciendo un característico olor picante.

La desodorización mediante el poder de oxidación del oxígeno es de alto nivel para las instituciones ya que elimina gradualmente el mal olor acumulado durante mucho tiempo. Este efecto es válido no solamente en bibliotecas sino también en servicios, habitaciones de hoteles, hospitales y hogares de personas mayores.

¡El poder del ozono no es contaminante!

El ozono se convierte en oxígeno después de descomponerse al cabo de un tiempo fijo. Por lo tanto el ozono no vale para un proceso posterior de neutralización, lavado, limpieza, etc. Tampoco hay que temer por una contaminación secundaria como sucede con un sistema de oxidación con cloro que permanece después del proceso.

El ozono también se utiliza en otros campos como el tratamiento del agua, del mal olor, de la desinfección, etc. En este caso la contaminación producida por el cloro que permanece también es cuestionable.

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